Rompo el cada vez más habitual silencio
de este diario para decir que estoy firmemente convencido de que bastará una
mera reflexión (mínimamente) ética de las circunstancias, por tanto una reflexión
ponderada, critica, y objetiva acerca de la realidad, para que el conflicto
castizo de este fin de semana quede resuelto con naturalidad, es decir, decantándose
los deportistas por la solución que mejor armonice con la Buena Fe, el Deporte y
sobre todo, por encima de todo, con la Orientación (nótense las mayúsculas)...
Creo saber que va a
ocurrir... ;-)